Pequeña pausa, antes de contarles el desarollo de nuestro viaje por Colombia y Ecuador, para compartirles lo que descubrí la semana pasada durante la Semana Santa! En Colombia, hay que estar en Popayán para vivir una de las procesiones más bellas. Entonces, sin pensarlo dos veces, nos fuimos!
Y empezamos con la procesión del Martes Santo (yo no sabía que los otros días de esta semana tenía el calificativo “Santo”, aparte del viernes…). Había poca gente comparado con el viernes y el sábado de la misma semana, y eso se puede entender porque las procesiones tienen lugar todas las noches sin excepción, y las del fin de semana son las más espectaculares.
Les presento la del martes porque es la que sigamos completamente y Charles pudo tomar algunas lindas fotos.
Las procesiones de la Semana Santa existen desde el siglo XVI, eso hace mucho tiempo! Durante este desfile, varias escenas bíblicas están representadas, mostrando la muerte y la resurrección de Jesús. Cada paso (escultura representando un extracto de la Biblia) esta cargado por 8 hombres. Y no pueden ser menos porque los pasos pesan aproximadamente 800 kg! Es enorme! La procesión del martes dura cerca de 2 horas, imaginamos el cansancio de los cargueros…
Les invito a ver nuestro video para hacer una inmersión de 5 minutos en el ambiente de la procesión del Martes Santo. Tengan cuidado y escuchen bien el sonido de la madera que cruje cuando los pasos desfilan delante de nosotros… Es impresionante!
Las tardes de la Semana Santa, es el turno de los pequeños de imitar a los grandes! Las procesiones chiquitas tienen precisamente los mismos códigos de las grandes procesiones de la noche en versión muy linda!
El resto del tiempo, durante la Semana Santa, la ciudad de Popayán está de fiesta. Las casas son pintadas de nuevo de cal para el evento, los sitios turísticos abren lugares non accesibles al público habitualmente y la gastronomía y la artesanía local son en primera linea.
Aprovechamos para visitar el Museo Arquidiocesano de arte religioso que presenta una hermosa colección de cuadros y esculturas contando la historia del arte católico: los pasajes de la Biblia, los apóstoles, las imagenes de la Virgen y el Niño, etc. Pero la atracción principal de la visita, que lamentablemente no se puede fotografiar, es una pequeña fortaleza donde esta almacenada una colección de custodias de oro y piedras preciosas (diamante, esmeralda, rubí, zafiro)… Se puede ver esta parte unicamente durante Semana Santa, entonces no queriamos perderla por nada en el mundo!
La Junta permanente pro Semana Santa, encargada de organisar y preservar las procesiones de la Semana Santa, y la Casa de la Cultura estaban abiertas al público y presentaban numerosos stands de gastonomía y de artesanía de la región de Popayán. Nos dimos una vuelta!
Durante toda la semana, los pasos utilisados para las procesiones están almacenados en las numerosas iglesias de la ciudad de Popayán, visibles a todos. Aquí en la iglesia San Francisco.
Aprovechamos de la abertura de numerosas instituciones para entrar en el teatro y algunas universidades de la ciudad. Pequeña retrospectiva para Charles, durante la visita de la sala de recepción de los diplomas, en la Universidad del Cauca.
Popayán es también conocida por ser una ciudad donde los atardeceres son sobresalientes. Pudimos admirarlos cada noche, entonces lo confirmamos!
En resumen, la Semana Santa es un real evento en Popayán y reune la ciudad entera! Numerosos turistas van para descubrir las procesiones inscritas al Patrimonio mundial de la UNESCO y numeros peregrinos para vivir la muerte de Jesús y su resurrección.
Vivir la época de Pascua de esta manera (sin chocolate!) es una verdadera experiencia! Durante las procesiones, se siente la tristeza de los fieles asociada con una unión entre las almas.
Popayán, Popayán, Popayán… La ciudad blanca tiene numerosas cosas a brindarnos, su historia cultural, su pasado y su presente muy religioso, sus paisajes a los alrededores que nos dejan sin respiración, su clima agradable y sus habitantes orgullosos de su patrimonio… No acabamos con esta ciudad!
Este corte en el relato de nuestro viaje de enero fue necesario porque es completamente en la actualidad! Regresamos en un próximo artículo para, como les prometí, el cruce de la frontera Colombia – Ecuador! Hasta pronto!