¡Hoy despeguen con nosotros hacia Cartagena en Colombia! La Perla del Caribe… Nada más que su nombre suena ya como una joya. Cartagena de Indias es una ciudad costera que huele rico a espuma marina y a monoï y donde las huellas del pasado se leen en los muros de esta ciudad amurallada. Casas ultra-coloridas, mar a 30°C y gente que habla en todas las direcciones, aquí estamos, ¡estamos bien en Cartagena!
Para librarme de eso lo más rápido posible, les cuento directamente de nuestro alojamiento: no era muy bueno. No teníamos nada previsto y eso no fue una buena idea. Porque terminamos en un apartamento en esta parte de Cartagena, El Laguito, que es solamente constituido de hoteles y alojamientos para turistas. Así que… no nos encantó. Lo haremos de otra manera la próxima vez.
Una vez dicho esto, ¡el centro histórico de Cartagena es una maravilla! Es muy turístico pero magnífico. Les dejo disfrutar de las imágenes.
Les hablaba de ciudad amurallada más arriba porque a Cartagena de Indias le tocó protegerse de pillajes cuando estaba en las manos de los españoles: murallas, bastiones y bóvedas fueron construidos y numerosas fortificaciones persistieron al tiempo y rodean la ciudad todavía hoy en día.
Continuamos de pasear por las calles de Cartagena, siempre maravillados por los colores de sus casas.
Nos vamos del centro histórico y nos dirigimos un poco más al Este de la ciudad para entrar al Parque Centenario donde encontramos algunos de sus habitantes…
Luego, dirección hacia la famosa y hermosa India Catalina y el Castillo San Felipe de Barajas. Encontramos a hermosas aves en el camino…
Cartagena es una ciudad de Historia para Colombia, ¡pero no podemos dejar pasar la ocasión de bañarse en su mar! Los paisajes son tan hermosos. Para mí, ¡fue mi primer baño en el Caribe!
En resumen: Cartagena fue un amor a primera vista con su arquitectura. Por cierto, la ciudad beneficia de un gran éxito y números turistas afluyen, especialmente los cruceristas que llegan para hacer escala en su puerto. La ciudad es muy turística y los precios lo resienten. Para comer, por ejemplo, tuvimos que alejarnos del centro para poder encontrar precios en nuestro presupuesto. Pero a pesar de eso, ¡Cartagena es una ciudad hermosísima! Volveremos para visitar más en fondo los barrios, como Getsemaní, o las islas cercanas.